Los estados de ánimo van a influir directamente en nuestras vidas, más que las emociones más profundas que tengamos, ayudándonos o no a mantener nuestro equilibrio emocional.
Tabla de contenido
Cada estado de ánimo nos enseña algo en particular, por eso es tan importante amar y aceptar cada emoción que sintamos; en consecuencia, son esas emociones que nos hacen humanos y de allí se pone de manifiesto nuestro equilibrio emocional.
Los estados de ánimo, siempre van a estar allí, como aquella música de fondo que nos armoniza los espacios. Para percibir las emociones, es perentorio detenerse a fin de escucharlas desde nuestro interior.
Los estados de ánimo son definidos como los estados psicológicos persistentes y generalizados, que se perpetúan por un periodo prolongado e inciden en la forma de admirar el mundo.
Los estados de ánimo que se manifiestan de manera positiva, favorecen la ampliación de la mirada que tengamos sobre el mundo. Al sentirnos felices, nos vamos a sentir seguros, en consecuencia, nos mantenemos en un estado pleno de equilibrio emocional. Por ende, vamos a disfrutar, estando dispuestos a admirar y mirar lo que sea que nos vaya rodeando. En cambio, los estados de ánimo negativos nos revuelven a estar vigilantes, a centrarnos, a desconfiar en lo que nos parece problemático o peligroso.
Un estado de ánimo positivo permanente, es una utopía no realista. Debemos comenzar desde el inicio que somos luz, oscuridad y sombras dentro de cada uno. (Puedes ver Tu primer poder mental,)
Las sombras son necesarias para comenzar a emanar la luz. Por ello, las luces de la mañana o de la tarde son las más bonitas. Así como también, es muy bonita la noche, pero solamente porque estamos seguros que va a amanecer pronto.
¿Cómo conseguir estabilidad emocional?
Pese a nuestros estados de ánimo, nuestra respiración va a estar siempre con cada uno de nosotros. Es decir, cuando nos sintamos arrastrados, sumergidos en una profunda e iracunda emoción, o en su defecto, aferrados en nuestros pensamientos sobre el futuro o el pasado, tenemos la facultad de volver a nuestra respiración de manera consciente, a fin de anclar y recoger nuestra mente.
Debes mantenerte en tiempo presente, a fin de que no desmejores tu equilibrio emocional y por ende, en estado de alerta, ¡detente!, aprende poco a poco a escucharte, observando poco a poco tus estados de ánimo, a fin de poder equilibrarlos. Un ejercicio maravilloso para esto, es practicar la meditación.
La meditación consiste en una técnica derivada del yoga a fin de calmar la mente, manteniendo nuestro estado de equilibrio emocional. La práctica de meditación consiste en estimular y desarrollar la concentración, la positividad emocional y la claridad, teniendo una visión más tranquila de la verdadera naturaleza de lo que sucede.
Las prácticas meditativas cultivan nuevas herramientas a fin de ser más positivas del ser y al irlas incluyendo en nuestro día a día, profundizamos los estados de armonía de nuestra mente. Por lo que esta práctica, nos brinda equilibrio en la vida.
La meditación
De la meditación, deviene la respiración consciente, práctica que consiste en dar atención a la inhalación y a la exhalación, devolviendo a nuestra mente al cuerpo, ubicándonos en el momento presente del aquí y del ahora, manteniendo el equilibrio emocional en cada uno de nosotros. Como individuos, debemos cerciorarnos que en nuestro devenir de los días, nuestro cuerpo físico se encuentra en un lugar y por lo general, nuestra mente se encuentra en otro lugar.
Por lo dicho anteriormente, no sólo necesitamos controlar nuestras respiraciones; sino que además, debemos sentir nuestra respiración tal y como es, bien sea, larga o corta. En consecuencia, no necesitamos ir controlando nuestras respiraciones, sino que, debemos ir sintiendo cada una de nuestras respiraciones, estas pueden ser cortas o largas, superficiales o profundas, a fin de mantener nuestro equilibrio emocional.
A los destellos de nuestra conciencia, la respiración se hace de manera más lenta, natural y profunda. Por ello, la respiración realizada de forma consciente, es la clave para unificar la mente y el cuerpo. De esta manera, conlleva la energía de la consciencia plena en cada instante de nuestras vidas para mantener nuestro equilibrio emocional.
Las emociones positivas, como la alegría, la ilusión, el interés, la esperanza, el amor y el asombro eleva nuestro estado de conciencia, la memoria, la atención, nos irán abriendo a las posibilidades que se nos presenten en la vida, haciéndonos más empáticos y de esta manera, aumentamos nuestras sensaciones de felicidad y bienestar.
Las emociones negativas, como la ira, la tristeza, la preocupación y/o el miedo, son perentorias, ya que regularmente son señales de alarma, por lo que proponen de los desafíos y de las amenazas, que el individuo debe afrontar. En conclusión, los seres humanos deben ayudar a enfocar los problemas a fin de poder encontrar las soluciones adecuadas.
Para el equilibrio emocional
Plantas medicinales
Azafrán:
Es una planta herbácea, de preciosas flores violáceas, tienen un alto poder aromático. Por lo que se utiliza en la medicina holística, por sus componentes principales de crocina, crocetina, picrocetina y safranal.
La utilización del azafrán para controlar los estados anímicos se remonta a Irán en la Medicina Tradicional Persa. Además, en la medicina Ayurveda, es considerado el azafrán como la planta que devuelve el equilibrio y la calma, armonizando el alma y el cuerpo.
En la vida diaria, las emociones juegan un rol preponderante y concluyente, ya que en cada cosa que realizamos, además de nuestro poder de discernimiento, debemos tener presente las emociones. El darnos la oportunidad de sentir emociones, debemos verlo como un proceso natural y necesario, por lo que apreciar las emociones buenas y las emociones malas, nos indican, que no hay emociones negativas y no significa que nos va a desestabilizar nuestro equilibrio emocional.
Cúrcuma: Es una planta herbácea, originaria del suroeste de la India. Su principal componente es la curcumina, mejorando considerablemente los estados de ánimo.
Sin embargo, cuando sobrepasan las emociones negativas a las emociones positivas y se perpetúan en el tiempo, se producirá una desestabilización emocional, lo que conlleva a un estado anímico bajo, con síntomas asociados a la ansiedad, al estrés, el decaimiento y el estrés.
Si no se consigue una solución fidedigna, estas emociones pueden culminar en una grave depresión, con desarrollo en síntomas psicológicos y físicos.
¿Qué puedes hacer para mejorar tu estado de ánimo y obtener equilibrio Emocional?
- Sonríe, aunque no quieras hacerlo.
- Corrige tu postura, ponte erguido y adopta una posición de poder.
- Posa una mano sobre tu corazón.
- Evita lo que te traiga invalidación emocional
Música para obtener un equilibrio emocional
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